Martes, 11 de Octubre de 2005 09:57

Conferencia en Derecho sobre el fondo Kati de Tombuctú.

G.C. - C.M.
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El viernes, 14 de octubre, a las 11 horas, en el salón de grados de la Facultad de Derecho, Ismael Diadé, pronunciará una conferencia sobre " El fondo Kati de Tombuctú".

Las relaciones entre Andalucía y la Curva del Níger son milenarias. En tiempos del Califato de Córdoba ya había lazos históricos y culturales privilegiados. La coronación de los Reyes de Gao se hacía bajo los auspicios del Califa de Córdoba. La epigrafía nos muestra que las tumbas de estos reyes incluían epitafios traídos de Córdoba y Almería, sobre todo en el XI y XII.

Buena prueba de estos lazos culturales son los fondos Kati, situados actualmente en Tombuctú. Los Kati, clan de descendientes de Alí ben Ziryab al-Kuti al-andalusí, originario de Toledo, abandonan la ciudad con otros fugitivos el 22 de Mayo de 1468 y, tras su paso por Andalucía, acaban en Tombuctú.

La historia de esta familia, vinculada con Andalucía, se puede rastrear en las autobiografías, documentos notariales, actas de matrimonio y transmisiones hereditarias que se encuentran en la biblioteca familiar. Otra fuente interesante en este sentido son las anotaciones realizadas en los márgenes de algunos manuscritos en los que se hacen una referencia a los hechos acaecidos a los miembros más insignes de la familia con abundante información de carácter cronístico o en la que se recogen resumidamente documentos de carácter contractual y comercial.

Esta biblioteca se enriquece con las sucesivas aportaciones, sobre todo a partir de la boda de Alí ben Ziyad con una mujer de la casa real de los Askia. Emparentar con la nobleza supone un cobijo para este clan exhausto de exilio, llamados entonces y todavía hoy "Laluyi" (renegados) al considerar los ortodoxos que su sangre estuvo mezclada en algún momento con cristianos y judíos.

El siglo XIX en Mali es difícil para todos aquellos que una vez entroncaron con una casa real que no fuera la preponderante de los peuhles. Los Kati distribuyen su biblioteca entre miembros dispersos de su clan y los manuscritos se esconden en aldeas perdidas, donde continuaron a salvo del expolio que el colonialismo francés sometió a otras bibliotecas.

A finales del pasado siglo, la tradición oral, tan arraigada en comunidades tribales, facilitó a Yayé Diadié, patriarca del clan, la reunificación de los manuscritos. Se habían salvado del hombre, pero no de los insectos, los incendios, las inundaciones y las inclemencias de una conservación precaria. La historia de la familia Kati y la de su biblioteca se entrelazan y se confunden. Una y otros han sufrido convulsiones, saqueos y desastres. La biblioteca se ha reducido, pero cuenta hoy con unos 3000 manuscritos, todos ellos protegidos por la familia de Ismael Diadié.

Páginas de interés:
Fundación Kati
www.fundacionmahmudkati.org
Universidad de Córdoba
www.uco.es