Lunes, 14 Marzo 2016 16:58

Investigadores de la UCO y el IFAPA mejoran variedades autóctonas de garbanzo con una vaina doble

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La línea experimental se ha generado a partir del cruce con una variedad india peculiar y presenta rendimientos más estables en los campos de cultivo

Investigadores de la Universidad de Córdoba y el IFAPA han desarrollado una línea de garbanzo que alcanza rendimientos más estables que las variedades locales españolas. La principal característica de esta línea es una doble vaina que porta las semillas, el futuro alimento. De manera general, la planta sólo dispone de una vaina en cada nudo. Una variedad india presenta sin embargo una mutación que duplica el número de vainas por nudo. Los investigadores han cruzado de forma clásica la variedad india con las españolas, para conocer si esa particularidad era positiva para los garbanzos locales, y han descrito sus características genéticas del nuevo tipo.

 

En los mercados de la India es bastante común encontrar garbanzos (Cicer arietinum). No en vano, el país asiático es el primer productor mundial de la legumbre. Sin embargo, el aspecto de esa leguminosa es diferente al que se cultiva en España. Mientras en la península ibérica es blanco, esférico y de un tamaño apreciable, en el subcontinente es oscuro, irregular y más pequeño. Ambos tipos de garbanzos proceden de Oriente Medio, los indios denominan a sus garbanzos desi, “el de casa”, en contraposición de los kabuli, “el de Kabul”, los habituales en los cocidos y potajes españoles.

 

Entre los garbanzos desi se encuentra una variedad con una doble vaina que llamó la atención a los investigadores del Departamento de Genética de la Universidad de Córdoba y del IFAPA (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía). El equipo había participado en la secuenciación del genoma del garbanzo dentro de un consorcio internacional. “Si consideramos el genoma como una carretera, con aquel trabajo habíamos ubicado los lugares aproximados, los puntos kilométricos entre los que podrían estar genes de interés agronómico”, explica la profesora titular Teresa Millán Teresa Millán, una de las  investigadoras que han participado en el trabajo. “Ahora tratamos de aproximarnos y determinar cuáles son los genes responsables de cómo la planta establece su periodo de floración, regula su ciclo vital o determina su porte final”, incide su compañero en el grupo de mejora genética vegetal, el catedrático Juan Gil Ligero.

 

La experimentación

En trabajos previos se transfirió el carácter de doble vaina de la variedad india especial a algunas variedades propias de España, como el garbanzo blanco lechoso o el pedrosillano. Para ello, se eligió el cruzamiento convencional, por el que los agricultores han mejorado sus cultivos a lo largo de los siglos. “En este caso, no es posible transferir el carácter por transgénesis por dos motivos: aún no está determinado el gen responsable de la mutación y, en todo caso, es más costoso”, especifica Gil Ligero.

 

Los resultados de las líneas de doble vaina y de vaina simple se habían ensayado en campos de cultivo experimentales ubicados en diferentes climas y suelos, en los municipios de Córdoba, Mengíbar (Jaén), Carmona (Sevilla) y Jerez (Cádiz), durante varias campañas agrícolas. Además de la producción, se evaluaron otros aspectos de la planta, como el porte o el momento de la floración. “En conjunto, la línea de doble vaina que habíamos desarrollado presentaba rendimientos más estables, sin tantas variaciones entre campañas, como las variedades convencionales”, explica Millán. Esta estabilidad en el cultivo puede ser interesante para los agricultores. 

 

Todo está en los genes

Determinar estas características genéticas puede propiciar que los cultivos sean más productivos o que los frutos obtenidos tengan mejor aceptación en el mercado. También puede permitir que la especie se adapte mejor a los efectos del cambio global, haciéndola más resistente al calor o a las sequías. “En el fondo, todo está escrito en los genes”, resume Millán.

 

A partir de un trabajo en el que también participaban las universidades Estatal de Washington (Estados Unidos) y de Saskatchewan (Canadá), se estudió dónde se localizan los genes que controlan la doble vaina en la variedad india. Los resultados han sido publicados en la revista científica Theoretical and Applied Genetics.

 

El carácter de la doble vaina es, además, transferible a otras leguminosas. Muchos de los mecanismos genéticos entre especies de legumbres son compartidos, y el que controla el número de semillas en el tallo podría ser también común en ellas. Según afirman los investigadores de la UCO, una empresa internacional dedicada al cultivo y comercialización de soja ya se ha interesado por estos resultados.

L. Ali, A. Deokar, C. Caballo, B. Tar’an, J. Gil, W. Chen, T. Millan, J. Rubio. ‘Fine mapping for double podding gene in chickpea’. Theor Appl Genet (2016) 129:77–86 DOI 10.1007/s00122-015-2610-1

 

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