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Actualidad Universitaria

El grupo de Ecología Terrestre de la Universidad de Córdoba, que ya ha constatado la presencia de esta especie en tres puntos diferentes, alerta sobre la importancia de controlar la invasión en las primeras fases


Poco más de 14 años ha tardado el mosquito tigre en llegar a la capital cordobesa desde que irrumpiera por primera vez en España. Su presencia era prácticamente inevitable debido a su expansión por el Mediterráneo y otras capitales andaluzas y a pesar de toda la labor que puedan desarrollar las administraciones públicas y la comunidad investigadora, la colaboración ciudadana es “fundamental·” para poder controlar la colonización de esta especie invasora.

Ambas entidades participan en un proyecto de creación de una colonia de esta especie en el Campus de Rabanales que ya está ofreciendo resultados.

La Universidad de Córdoba y el  Grupo de Rehabilitación  de la Fauna Autóctona y su Habitat (GREFA) han suscrito hoy un convenio de colaboración que formaliza el trabajo conjunto que desde hace un año están desarrollando ambas entidades para la creación de una colonia de cernícalos primilla en el Campus Universitario de Rabanales y contribuir con ello a la conservación de esta especie de aves que sufre un importante declive.

La UCO valida una metodología más precisa para el estudio científico de la enmienda

El biocarbón es una enmienda que puede ayudar a una mejor fertilización de los campos de cultivo. Sin embargo, cuando los científicos estudian las capacidades de este producto, se encuentran con datos no concluyentes. Esta falta de resultados positivos juega en contra de su popularización en el sector agrario. Para mejorar el estudio de las propiedades de los terrenos abonados con biocarbón, un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO) ha validado un sistema fotográfico que permite conocer con precisión la presencia del biocarbón y los efectos sobre el cereal.

“Muchos estudios científicos en torno a los efectos del biocarbón no encuentran efectos significativos y pudiera ser porque la medición de estos efectos no es del todo precisa”, indica Rafael Villar, investigador principal de la línea perteneciente al Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la UCO. Para paliar este efecto, el grupo al que pertenece ideó un sistema sencillo: sobre un soporte trapezoidal se montó una cámara fotográfica, que registraba la presencia de biocarbón en un área pequeña: 0,5 x 0,4 metros.

En un campo de cultivo convencional próximo a la ciudad de Córdoba, se repartió biocarbón en parcelas de 6 x 2,8 metros junto a otras de las mismas dimensiones de control, separadas ambas por una franja de tres metros y distribuidas en ajedrezado. Ese año se sembró girasol y, al año siguiente, trigo. Dado que entre un cultivo y otro hay unas labores agrícolas de removimiento de tierras (con arados con vertedera, fundamentalmente), la distribución original del biocarbón cambió. El equipo científico empleó entonces el sistema fotográfico para observar en detalle las modificaciones y lo evaluaron en el laboratorio. En las parcelas de control, el terreno no adquirió ningún aporte de la enmienda, gracias a la franja de separación. En cambio, debido al removimiento de tierras, el biocarbón se había distribuido de forma irregular por las parcelas originales.

Se estableció una gradación de la cantidad de biocarbón presente en la superficie, gracias a las fotografías. Para crear la escala, el equipo de edafología de la UCO aportó un espectrofotómetro. “La técnica ha permitido evaluar la presencia de la enmienda un año después de su distribución, y puede servir también para campañas posteriores”, añade Manuel Olmo, del equipo investigador.

Mejora con una mayor cantidad de biocarbón

En la campaña cerealista, las áreas que contenían mayor presencia de biocarbón el rendimiento del trigo se incrementaba en torno a un 20%. En cambio, en las otras áreas, el incremento no era significativo. “Si se hubiera observado de forma global, podríamos haber concluido que el uso del biocarbón no era efectivo, pero, en cambio, con la nueva herramienta, podemos precisar estos datos y comprobar el aporte realizado”, añade Olmo. Los resultados han sido publicados en la revista científica Science of the Total Environment.

Entre esos efectos positivos se ha documentado un incremento a la adquisición de nutrientes básicos para el trigo como el calcio, el fósforo, el potasio y el manganeso. Además, el terreno enmendado con biocarbón presentaba menor compactación, algo positivo para la planta, ya que permite a sus raíces explorar mayor espacio bajo la superficie y mejorar su adquisición de agua. Finalmente, se constató mayor hidratación del suelo de forma global.

El biocarbón

El biocarbón se produce por el calentamiento de materia vegetal en una atmósfera pobre en oxígeno. Por este procedimiento, denominado pirolisis, alrededor del 50% del carbono de la biomasa queda almacenado en el biocarbón, por lo que resulta un material muy interesante como sumidero de CO2. El uso del biocarbón no es nuevo, y el estudio de los suelos amazónicos conocidos como terra preta revela que es un material muy estable que puede permanecer en el suelo entre 500 y 1.000 años. Se conocen beneficios del biocarbón como enmienda relacionados con la mejora de la humedad y de la compactación del terreno, y de la fertilidad en general. También puede ser útil en terrenos ácidos, puesto que incrementa el pH del terreno. El reto actual es conseguir que la producción de biocarbón sea económicamente viable.

Olmo M, Lozano AM, Barrón V, Villar R. ‘Spatial heterogeneity of soil biochar content affects soil quality and wheat growth and yield’. Sci Total Environ. 2016 Aug 15; 562:690-700. doi: 10.1016/j.scitotenv.2016.04.089. Epub 2016 Apr 22. 

Fotointerpretación del suelo para conocer con precisión los efectos del biocarbón en los cultivos

La UCO valida una metodología más precisa para el estudio científico de la enmienda

 

El biocarbón es una enmienda que puede ayudar a una mejor fertilización de los campos de cultivo. Sin embargo, cuando los científicos estudian las capacidades de este producto, se encuentran con datos no concluyentes. Esta falta de resultados positivos juega en contra de su popularización en el sector agrario. Para mejorar el estudio de las propiedades de los terrenos abonados con biocarbón, un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO) ha validado un sistema fotográfico que permite conocer con precisión la presencia del biocarbón y los efectos sobre el cereal.

 

“Muchos estudios científicos en torno a los efectos del biocarbón no encuentran efectos significativos y pudiera ser porque la medición de estos efectos no es del todo precisa”, indica Rafael Villar, investigador principal de la línea perteneciente al Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la UCO. Para paliar este efecto, el grupo al que pertenece ideó un sistema sencillo: sobre un soporte trapezoidal se montó una cámara fotográfica, que registraba la presencia de biocarbón en un área pequeña: 0,5 x 0,4 metros.

 

En un campo de cultivo convencional próximo a la ciudad de Córdoba, se repartió biocarbón en parcelas de 6 x 2,8 metros junto a otras de las mismas dimensiones de control, separadas ambas por una franja de tres metros y distribuidas en ajedrezado. Ese año se sembró girasol y, al año siguiente, trigo. Dado que entre un cultivo y otro hay unas labores agrícolas de removimiento de tierras (con arados con vertedera, fundamentalmente), la distribución original del biocarbón cambió. El equipo científico empleó entonces el sistema fotográfico para observar en detalle las modificaciones y lo evaluaron en el laboratorio. En las parcelas de control, el terreno no adquirió ningún aporte de la enmienda, gracias a la franja de separación. En cambio, debido al removimiento de tierras, el biocarbón se había distribuido de forma irregular por las parcelas originales.

 

Se estableció una gradación de la cantidad de biocarbón presente en la superficie, gracias a las fotografías. Para crear la escala, el equipo de edafología de la UCO aportó un espectrofotómetro. “La técnica ha permitido evaluar la presencia de la enmienda un año después de su distribución, y puede servir también para campañas posteriores”, añade Manuel Olmo, del equipo investigador.

 

Mejora con una mayor cantidad de biocarbón

En la campaña cerealista, las áreas que contenían mayor presencia de biocarbón el rendimiento del trigo se incrementaba en torno a un 20%. En cambio, en las otras áreas, el incremento no era significativo. “Si se hubiera observado de forma global, podríamos haber concluido que el uso del biocarbón no era efectivo, pero, en cambio, con la nueva herramienta, podemos precisar estos datos y comprobar el aporte realizado”, añade Olmo. Los resultados han sido publicados en la revista científica Science of the Total Environment.

 

Entre esos efectos positivos se ha documentado un incremento a la adquisición de nutrientes básicos para el trigo como el calcio, el fósforo, el potasio y el manganeso. Además, el terreno enmendado con biocarbón presentaba menor compactación, algo positivo para la planta, ya que permite a sus raíces explorar mayor espacio bajo la superficie y mejorar su adquisición de agua. Finalmente, se constató mayor hidratación del suelo de forma global.

 

El biocarbón

El biocarbón se produce por el calentamiento de materia vegetal en una atmósfera pobre en oxígeno. Por este procedimiento, denominado pirolisis, alrededor del 50% del carbono de la biomasa queda almacenado en el biocarbón, por lo que resulta un material muy interesante como sumidero de CO2. El uso del biocarbón no es nuevo, y el estudio de los suelos amazónicos conocidos como terra preta revela que es un material muy estable que puede permanecer en el suelo entre 500 y 1.000 años. Se conocen beneficios del biocarbón como enmienda relacionados con la mejora de la humedad y de la compactación del terreno, y de la fertilidad en general. También puede ser útil en terrenos ácidos, puesto que incrementa el pH del terreno. El reto actual es conseguir que la producción de biocarbón sea económicamente viable.

 

Olmo M, Lozano AM, Barrón V, Villar R. ‘Spatial heterogeneity of soil biochar content affects soil quality and wheat growth and yield’. Sci Total Environ. 2016 Aug 15; 562:690-700. doi: 10.1016/j.scitotenv.2016.04.089. Epub 2016 Apr 22. 

Publicado en Ciencia

Investigadores de la Universidad de Córdoba identifican cambios en el cultivo donde el material de origen vegetal se ha empleado como complemento para el abono

El biocarbón es un material similar al carbón vegetal convencional en aspecto y propiedades, pero que tiene unas características añadidas interesantes para la comunidad científica. Se puede emplear para la captura de CO2, que de otra manera terminaría en la atmósfera contribuyendo al efecto invernadero. Además, su uso, combinado con fertilizantes, puede aumentar su eficiencia. Un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO) ha observado ahora cómo ayuda al trigo a captar mejor los nutrientes de los abonos. La planta adapta sus raíces, las estiliza, para absorber mejor los elementos necesarios para su crecimiento, en especial el nitrógeno.

Publicado en Ciencia

Investigadores andaluces han demostrado por primera vez cómo estos rasgos influyen en el comportamiento de las comunidades de matorrales ante un episodio de sequía extrema. Sus resultados proporcionan a los expertos una herramienta útil para prever las respuestas de estas especies a alteraciones climáticas similares


Investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS), en colaboración con el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), la Universidad de Córdoba y la Estación Biológica de Doñana, han evaluado por primera vez los efectos de un evento climático extremo en especies de matorrales a través del análisis de sus hojas, raíces, semillas y tallo. Sus resultados permiten a los expertos disponer de una herramienta útil para predecir la respuesta de esos ecosistemas a futuras variaciones ambientales y tomar medidas que ayuden a su conservación, gestión y mantenimiento.


Según los científicos, los episodios de clima extremos serán cada vez más frecuentes y de mayor intensidad. En concreto, para las próximas décadas, los expertos prevén un aumento de la temperatura, en torno a 2 o 3 grados, y un descenso de las precipitaciones de un 30 por ciento.


Para predecir la respuesta de las comunidades de matorrales a alteraciones climáticas, los investigadores han explorado si los cambios detectados en la cobertura vegetal y el reclutamiento de las diferentes especies, es decir, aquéllas que llegan a la edad adulta, están relacionados con ciertos atributos o rasgos de la planta, como las hojas, raíces, semillas y tallos.


Los expertos señalan que la mayoría de trabajos que abordan los efectos de eventos climáticos extremos en las especies vegetales utilizan una aproximación demográfica. Ésta consiste en cuantificar las tasas de mortalidad y reclutamiento de las plantas en respuesta a las nuevas condiciones climatológicas.


El enfoque funcional, por su parte, se centra en el análisis de ciertos atributos de las plantas, tanto aéreos, por ejemplo, hojas, semillas y tallo, como subterráneos, la raíz. “Los estudios que relacionan el comportamiento de las plantas ante episodios climáticos extremos, como eventos de intensa sequía, están centrados mayoritariamente en el análisis de rasgos aéreos de la planta, siendo muy escasos aquellos que consideran también su sistema radicular”, explica a la Fundación Descubre uno de los coautores de esta investigación, Ignacio Pérez Ramos, del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología, centro adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).


Los científicos han aplicado ambas aproximaciones, funcional y demográfica, al estudio de los cambios acaecidos en una comunidad de matorrales del Parque Natural de Doñana en respuesta a un evento climático que se produjo en 2005. “Ese año se registraron temperaturas muy bajas en invierno y precipitaciones muy por debajo de la media. Éstas dos situaciones de estrés climático afectaron de manera dramática a la vegetación del ecosistema de Monte Blanco de Doñana, a pesar de tratarse de matorrales especialmente adaptados a la sequía”, indica el investigador.


Los resultados demostraron, en primer lugar, que no todas las especies de matorrales responden de manera similar sino que había unas especies más afectadas que otras. Y, en segundo lugar, que estas diferencias están marcadas por los distintos rasgos funcionales de las plantas.


Semilla, agua y raíces
De esta forma, las especies más resilientes o con más capacidad de recuperación fueron las de simiente más grande y una mayor eficiencia en el uso del agua. “Una semilla de mayor tamaño contiene mayor cantidad de reservas, confiriéndole a la planta un mayor grado de independencia del medio, al menos durante las primeras fases de su ciclo de vida. Se supone que, en condiciones estresantes, cuando la disponibilidad de recursos del suelo es menor, aquellas plantas que procedan de semillas más grandes se verán más favorecidas frente a las de menor tamaño, que son más dependientes de esos recursos”, indica el investigador.


Por otra parte, para comprobar qué especies de matorrales aprovechan mejor la escasez de agua y, en consecuencia, se adaptan mejor a la sequía, los expertos realizaron la prueba del carbono 13. Éste consiste en un análisis químico que determina la cantidad de este elemento químico en la hoja en comparación con el carbono 12. “Las especies de plantas con valores más negativos de carbono 13 son consideradas más eficientes y conservativas en el uso del agua”, aclara Pérez Ramos.


La capacidad de adaptación de las especies también está relacionada con algunos rasgos cuantificados a nivel de la raíz. "Las especies de plantas con raíces de mayor densidad y diámetro son generalmente más conservativas, menos derrochadoras, en el uso del agua, a expensas de tener un crecimiento más lento. Tener hojas y raíces más esclerófilas, es decir, con tejidos de mayor densidad, parece ser una estrategia muy recurrente entre las especies leñosas mediterráneas para combatir la escasez de agua y nutrientes", asevera el experto.


Resultados demográficos
El estudio, cuyos resultados se recogen en el artículo ‘Climatic events inducing die-off in Mediterranean shrublands: are species’ responses related to their functional traits?’, publicado en la revista Oecologia, se completa con una valoración demográfica. Para ello los investigadores analizaron la cobertura vegetal del suelo e identificaron los distintos tipos de matorral, diferenciando la proporción de cobertura verde o viva frente a la seca.


Los expertos también cuantificaron el número de plántulas o nuevos nacimientos de las distintas especies. "La sequía de 2005 redujo la cubierta vegetal en un 50 por ciento en tres de las especies más comunes. La cifra es alarmante. Si, además, sabemos que estos matorrales están especialmente adaptados a la sequía, el dato es devastador", afirma el investigador.


Recogida de datos a largo plazo
Para analizar todos estos cambios, los expertos recogieron datos a lo largo de varios años. Así, las primeras informaciones se recabaron en 2007 ya que, según los científicos, cuando sucede un evento climático extremo como una sequía de gran intensidad, la vegetación no responde de forma rápida sino que conviene dejar pasar, al menos, un ciclo reproductivo completo para detectar las consecuencias más importantes.


Las mediciones se repitieron en 2013 con la idea de establecer una comparación y determinar la capacidad de recuperación o resiliencia de la comunidad vegetal. “Después de seis años, la composición de las especies varió ligeramente pero la cobertura de la vegetación se restableció casi por completo. En general, la comunidad de matorrales del área de estudio fue bastante resiliente”, señala el investigador.


Tras finalizar este proyecto, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, el experto continuará con el análisis de los efectos del cambio global en uno de los sistemas más característicos de Andalucía occidental, la dehesa. Para ello, volverán a utilizar el enfoque funcional que, como novedad, se aplicará no sólo a las comunidades de plantas sino también a los microorganismos del suelo que interactúan con ellas.


Francisco Lloret, Enrique G. de la Riva, Ignacio M. Pérez-Ramos, Teodoro Marañón, Sandra Saura-Mas, Ricardo Díaz-Delgado, Rafael Villar. ‘Climatic events inducing die-off in Mediterranean shrublands: are species’ responses related to their functional traits?’. Oecologia (2016). http://dx.doi.rog/10.1007/s00442-016-3550-4

Publicado en Ciencia

El viernes, 19 de febrero, a las 19.00 horas en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras tendrá lugar la Mesa Redonda Ecología y Feminismo: Caminando hacia el Desarrollo, con Jorge Riechmann, Gustavo Duch y Marina Sánchez Gil como ponentes. Se reflexionará sobre qué tipo de desarrollo se necesita para lograr la justicia social, y que ésta no es posible sin tener en cuenta el medio ambiente y la naturaleza y la economía de los cuidados. Además, se leerán unos relatos por parte de Gustavo Duch de su libro Secretos.

El acto será presentado por la vicerrectora de Vida Universitaria y Responsabilidad Social de la UCO, Rosario Mérida; el director de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Néstor Fernández; y el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UCO.

Este evento se enmarca dentro del convenio firmado entre esta Universidad y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

La bitácora, coordinada por el investigador de la Universidad de Córdoba Jesús Cebrino, competirá con otras páginas de divulgación como El Biocultural, PACMA Cataluña o rioMoros

Los Porqués de la Naturaleza se presenta en la décima edición de Premios 20blogs como candidata al mejor blog de Medio Ambiente de España. Es una web de divulgación científica con vocación de acercar la naturaleza y sus misterios a las personas, explican los responsables. Fue creada por un grupo de jóvenes de diferentes disciplinas universitarias en 2011, y actualmente aspira a ser una referencia en la blogosfera en el ámbito de la divulgación. Está coordinada por Jesús Cebrino, doctorando en el grupo de Aerobiología, de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal en la Universidad de Córdoba.

Publicado en Ciencia

Un estudio genético confirma las diferencias de la subespecie ibérica con la europea y sugiere el control de las reintroducciones para preservar las poblaciones locales


Un trabajo de investigación de la Cátedra de Recursos Cinegéticos y Piscícolas (CRCP), de la Universidad de Córdoba y del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3, y el Instituto de Agrobiotecnología (centro mixto del CSIC, la Universidad Pública de Navarra y el Gobierno de Navarra) ha observado las diferencias genéticas entre los ciervos que pueblan los montes españoles con los de otras partes de Europa y ha confirmado la existencia de dos linajes diferentes dentro de la subespecie ibérica. A través de un análisis del ADN de hasta 680 especímenes, tanto peninsulares como de otras partes del continente, los científicos han podido saber que estas dos poblaciones locales se diferenciaron durante la última era glacial, por lo que tienen una antigüedad de al menos 12.000 años. El estudio sugiere que las reintroducciones de estos cérvidos para caza debe tener en cuenta estas poblaciones locales, con el fin de preservar sus singularidades.

Publicado en Ciencia

El miércoles, 18 de noviembre, a las 19.30 horas, en el Seminario I de la Facultad de Ciencias del Trabajo, tendrá lugar la presentación y posterior debate del libro 'La ecología del Trabajo. El trabajo que sostiene la vida'. Al acto asistirán Laura Mora Cabello de Alba, profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad social de UCLM; Juan Escribano Gutiénrrez, profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguiridad Social UAL; y un representante de Ecologistas en Acción.

Publicado en Vida Académica

Las variedades del sur peninsular ibérico y el Magreb se parecen genéticamente a las de Oriente Próximo, pero difieren de las presentes al este de España, Italia y Grecia


El olivo es consubstancial al paisaje mediterráneo. Cuesta figurarse una escena en algún punto de esta cuenca sin la retorcida sombra de este árbol. Es, además, un cultivo de importante valor socioeconómico en España e Italia, principales productores mundiales de aceite de oliva, pero también den Grecia, Turquía, Marruecos y Siria, entre otros. A pesar de su vínculo con el territorio y su simbolismo (la rama se asocia a la paz y como tal figura en la bandera de las Naciones Unidas), se conoce poco del origen y el proceso de la domesticación de esta planta. Una investigación de un equipo multidisciplinar de la Universidad de Córdoba, en la que se han empleado técnicas genéticas, arroja ahora algo de luz de cómo se produjo el inicio de la oleicultura. El equipo, compuesto por personal de los departamentos de Agronomía de la UCO y de Biología Evolutiva y Ecología de la Universidad de California, Irvine (Estados Unidos) ha observado que existen diferencias entre las variedades del Mediterráneo central europeo respecto a los extremos orientales y occidentales, con ejemplares más parecidos entre ellos. Este estudio también ha contado con la colaboración del Departamento de Historia del Arte, Arqueología y Música de la Universidad de Córdoba.

Publicado en Ciencia

Hojas, tallos y raíces, a pesar de su especialización, trabajan conjuntamente entre ellos más de lo que se pensaba, según un estudio de la UCO y el IRNAS-CSIC

Las plantas, al igual que muchos organismos, presentan distintos órganos especializados en diversas funciones. Las hojas están especializadas en captar la luz, las raíces en absorber el agua y los nutrientes del suelo, y el tallo en transportarlos a las hojas. Dada la diversificación de funciones, podría ser esperable que las características de los distintos órganos sean muy diferentes. Actualmente, en ecología vegetal existe un intenso debate sobre si estas características o atributos (llamadas rasgos funcionales) de las hojas, tallos y raíces funcionan de forma coordinada o no. La aclaración sobre este dilema aportaría luz a cómo funcionan las plantas y así poder predecir mejor los efectos potenciales de los cambios ambientales, como aquéllos derivados del cambio climático, sobre la composición de las comunidades vegetales.

Publicado en Ciencia

Un estudio de la UCO y el CSIC observa que la variación en estas masas forestales está más vinculada al agua que a la presencia de nutrientes


La Universidad de Córdoba ha colaborado con Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS, centro del CSIC) en un estudio en Sierra Morena donde se ha analizado la variación funcional de nueve comunidades de especies leñosas a lo largo de un gradiente de nutrientes y humedad. Entender los factores que regulan la estructura y funcionamiento de las comunidades vegetales es, en la actualidad, uno de los retos más importantes de la Ecología.


Una de las principales herramientas utilizadas para analizar estos aspectos es la aproximación funcional, basada en la variación de rasgos funcionales a lo largo de gradientes ambientales. Esta técnica permite discernir los mecanismos de filtrado de especies que están teniendo lugar y ayuda a comprender mejor dichos patrones de las comunidades.


Para estudiar analiza la variación funcional de nueve comunidades de especies leñosas a lo largo de un gradiente de nutrientes y humedad, investigadores del Área de Ecología de la UCO y del IRNAS tomaron muestras de rasgos funcionales tanto aéreos (tamaño de la planta, área específica foliar, contenido en materia seca de tallo y hoja…) como subterráneos (contenido de materia seca y longitud específica radicular) de 38 especies leñosas mediterráneas.


Los objetivos eran, por una parte, determinar qué factores abióticos del suelo (principalmente humedad y nutrientes) condicionan la variación de rasgos funcionales de la comunidad y, por otra, discernir si la variación de estos rasgos es consecuencia de un cambio en la composición de especies (turnover), de los cambios en las abundancias de las mismas o como consecuencia de la variación intraespecífica. Para esta última cuestión se ha desarrollado una nueva fórmula que permite diferenciar las causas de estos cambios entre comunidades.


Resultados

La variación de los rasgos funcionales en las comunidades estuvo muy relacionada con la disponibilidad de agua en el suelo, mientras que la disponibilidad de los nutrientes tuvo un papel secundario. A su vez los cambios en la estructura de las comunidades fueron consecuencia de la variación en la composición de especies. Estos resultados pusieron de manifiesto algo en principio ya conocido, como es la importancia del agua en ecosistemas mediterráneos, si bien en este estudio destaca como novedoso que dicha variación de agua a escala local puede dar lugar a grandes cambios en la estructura de la comunidad. Estos cambios no solo son debidos a un reemplazo en la composición de especies de la comunidad, sino también a la composición funcional de las mismas. Estos resultados son especialmente relevantes en el marco actual de cambio climático, donde se espera un aumento generalizado de la aridez, que puede tener consecuencias nefastas para las comunidades asociadas a zonas más húmedas, tanto por la desaparición de algunas especies, como por la alteración de los diferentes procesos ecosistémicos asociados a las mismas.


Este trabajo, que forma parte de la tesis doctoral de Enrique G. de la Riva, ha sido publicado en la revista Oikos.


De la Riva, E. G., Pérez-Ramos, I. M., Tosto, A., Navarro-Fernández, C. M., Olmo, M., Marañón, T., & Villar, R. (2015). Disentangling the relative importance of species occurrence, abundance and intraspecific variability in community assembly: a trait-based approach at the whole-plant level in Mediterranean forests. Oikos. DOI: 10.1111/oik.01875.

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Lunes, 15 de Abril de 2013 12:20

Entregados los premios " Duende del Bejarano"

La empresa " Semillas Cantueso", la Asociación para la Defensa Social de Adolescentes y Menores (Adsam)  y el catedrático de Geografía de la Universidad de Córdoba, Bartolomé Valle Buenestado han recibido esta mañana los premios " Duende del Bejarano" que concede la Acción Ecologista Guadalquivir a las personas e instituciones que se han destacado por su labor en apoyo del medio ambiente en general y el entorno del Bejarano en particular.

Un proyecto de investigación de la Universidad de Córdoba, financiado por la Fundación Migres, constata la presencia permanente de estas espectaculares mariposas en el sur de la Península Ibérica, en el Parque Natural del Estrecho y en el Parque Natural Los Alcornocales, ambos en la provincia de Cádiz

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La fabricación de los morteros para la construcción cuenta desde hoy con un nuevo componente más respetuoso con el medio ambiente y de eficacia probada por un equipo de científicos del Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Córdoba. Investigadores que han demostrado, según recoge un artículo de la revista Enviromental Science and Technology, que las cenizas resultantes de quemar biomasa de olivar para producir energía  son un ingrediente eficaz para los morteros.
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El Premio Andrés Núñez de Prado a la Investigación en Producción Ecológica, dotado con 6,000 euros, tiene como objetivo fomentar la investigación en este ámbito. La Asociación CAAE, junto a la familia Núñez de Prado, otorga anualmente este premio a la investigación más notable en esta materia. Según consta en las bases de la convocatoria, los trabajos que concurran en esta modalidad deben “considerar la producción ecológica como un sistema productivo cuyo principal objetivo es la obtención de alimentos de la máxima calidad de forma sostenible, protegiendo el medio ambiente, mediante el uso adecuado de recursos naturales y permitiendo a las personas del sector la realización de su trabajo en un medio más seguro”.

El plazo de presentación de candidaturas finaliza el viernes 28 de octubre de 2011.Más  información  en la dirección de correo Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla , y en el tel  954.689.390.

Hidróxido sódico (sosa cáustica), metanol (un tipo de alcohol) y aceites vegetales. Hasta ahora ésa ha sido en medio mundo la fórmula más habitual para producir biocombustibles logrados mediante una reacción química conocida como transesterificación. Reacción que consiste en la transformación de los triglicéridos (constituidos por glicerina y ácidos grasos) en biodiesel por contacto con el alcohol. Un proceso que a nivel industrial se acelera añadiendo hidróxido sódico, de la misma forma que nuestras abuelas añadían sosa a la mezcla de aceite, alcohol y agua que empleaban para fabricar jabón casero.

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