Ante casi medio centenar de jóvenes investigadores de la Universidad de Córdoba, el catedrático de Química Analítica Miguel Valcárcel ha presentado esta mañana el nuevo modelo teórico con el que, junto al profesor Juan José Giner, ha pretendido poner orden y dar coherencia a las diferentes conceptualizaciones que afectan al término "innovación". Después de poner a prueba a los asistentes pidiéndoles que escribieran lo que les sugería el concepto, Valcárcel ha repasado la dispersión de una idea que, a menudo, acaba confundida con la investigación y, en el peor de los casos, con una equivalencia al concepto de transferencia.

Para Valcárcel resulta imprescindible distinguir entre innovación básica, a menudo relacionada con la actividad personal, la creatividad, las ideas o la intuición, y la innovación aplicada, más estrechamente vinculada a la actividad de las organizaciones y, en este sentido, vinculada a la transferencia al sector productivo.En esta líonea y, en el objetivo de clarificar propuesto, el profesor ha explicado que en la clásica secuencia I + D + I(i), muy usada, la innovación (Ii) corresponde a la innovación aplicada. Al distinguirse de las otras iniciales puede dar la impresión de que ni investigación ni desarrollo pueden ser sujetos a innovación, por lo que propone sustituir la secuencia por I+D+T (transferencia). 

El debate con los participantes en el III Congreso de Investigadores Noveles ha permitido a la cantera científica de la UCO enfrentar sus ideas con las del profesor, que ha concluido su charla animándoles a mantenerse en la búsqueda permanente de la novedad y por tanto de la innovación porque, como ha señalado, "le he dedicado 40 años y ha valido la pena. Si pudise utilizar la moviola, empezaría otra vez".